Con motivo del Día Nacional de la Salud Materna y Perinatal, que se celebra el 9 de mayo, la Secretaría de Salud de Querétaro resalta la importancia de que embarazadas y puérperas cuenten con información suficiente y orientación adecuada, con el objetivo de que tengan un embarazo y cuarentena saludables.
El control prenatal se refiere a la serie de consultas programadas que tiene la embarazada en los servicios de salud para vigilar la evolución del embarazo y obtener una adecuada preparación para el parto y la crianza, así como para prevenir, orientar y disminuir factores de riesgo.
Las embarazadas de bajo riesgo deben recibir por lo menos cinco consultas prenatales, iniciando en las primeras ocho semanas de gestación o después de la prueba positiva de embarazo, de acuerdo con el siguiente calendario:
- Primera consulta: entre la semana seis y ocho
- Segunda consulta: entre la semana 10 y la 13
- Tercera consulta: entre la semana 16 y 18
- Cuarta consulta: en la semana 22
- Quinta consulta: en la semana 28
- Sexta consulta: en la semana 32
- Séptima consulta: en la semana 36
- Octava consulta: entre la semana 38 y 40
El procedimiento de atención prenatal es el siguiente:
Elaboración y registro de la historia clínica y carnet perinatal. Identificación de antecedentes heredo familiares, personales patológicos y personales no patológicos; así como la valoración y análisis de signos vitales maternos y fetales.
Asimismo, se solicitan estudios de laboratorio de control: biometría hemática completa, grupo sanguíneo y factor Rh, glucosa, creatinina; ácido úrico y examen general de orina; también se recomienda realizar prueba rápida con tira reactiva en cada consulta prenatal e indicar urocultivo para que, en caso positivo, se inicie tratamiento antibacteriano.
Se lleva a cabo tamizaje, tratamiento y vigilancia de la evolución de patologías como hipertensión arterial, diabetes gestacional, sífilis, infección de vías urinarias, infección por VIH, malnutrición, carencia de vitaminas y micronutrientes.
Se evalúan factores de riesgo, detección y manejo de complicaciones obstétricas como cicatrices uterinas, presentación anormal, ruptura prematura de membranas, preclampsia y sangrado en el embarazo. Además se realizan acciones de prevención sistemática de enfermedades como tétanos neonatal y materno, anemia y transmisión de VIH.
Por último se elabora un plan de acción previo al parto y se prescriben medidas generales higiénico dietéticas con el fin de promover la salud.
Es importante no abandonar las consultas de control prenatal.
Debido a la pandemia por COVID-19 las unidades de salud cuentan con las medidas necesarias para evitar contagios, como el uso obligatorio de cubreboca, toma de temperatura, uso de gel (solución alcoholada) y sana distancia entre personas.