La Secretaría de Salud del estado de Querétaro conmemora el Día Mundial del Alzheimer, con el propósito de dar a conocer la enfermedad y difundir información, a fin de concientizar a la población sobre los síntomas, diagnóstico y atenciones que requieren los pacientes que la padecen.
El Alzheimer ocurre en todo el mundo, sin preferencia de raza, y es la causa del 50 al 70% de todos los trastornos que producen deterioro de las funciones intelectuales en la vida adulta.
El Instituto Nacional de Geriatría informa que en México hay 12 millones de adultos mayores, de ellos, cerca de 800 mil presentan algún tipo de demencia y de estos últimos, ocho de cada diez presentan Alzheimer.
Es una enfermedad del sistema nervioso de origen metabólico, con una alteración en las vías de manejo, doblamiento, maduración y degradación proteica neuronal, y una deficiencia en la eliminación de proteínas defectuosas, que, de inicio, puede no presentar síntomas y eventualmente manifestarse con síntomas cognitivos y/o conductuales.
Las personas de 65 años o más tienen mayor riesgo de presentar la enfermedad de Alzheimer. Los antecedentes familiares incrementan la posibilidad de padecerla.
El riesgo puede aumentar por afecciones que dañan el corazón y los vasos sanguíneos, como: enfermedades del corazón, diabetes, derrame cerebral y presión arterial alta.
Los signos y síntomas que se presentan en esta patología se clasifican en dos categorías: los cognitivos, que son las alteraciones en la orientación, en las praxias, gnosias, lenguaje, memoria, funciones ejecutivas y atención; y los no cognitivos, como son las alteraciones en el humor y afectividad, vivencias delirantes, alucinaciones, alteraciones en la personalidad y psicomotricidad.
Los síntomas cognitivos ocurren en todos los pacientes en un momento característico. Empeoran progresivamente con el avance de la enfermedad. Es improbable que respondan a intervenciones farmacológicas. Se correlacionan con los cambios morfológicos cerebrales. Guardan relación con el examen neurológico.
Los síntomas no cognitivos son elementos que más perturban la dinámica familiar, originando gran sobrecarga y afectando la calidad de vida de todos. Aumentan la posibilidad de una institucionalización temprana.
Para el diagnóstico del Alzheimer se deben realizar pruebas neuropsicológicas y estudios de imagen cerebral.
El tratamiento de esta enfermedad consiste en retardar el avance en el deterioro de los síntomas cognitivos y de la función del paciente; y en controlar los síntomas conductuales asociados a la demencia.
Los tratamientos no medicamentosos se implementan de acuerdo con la etapa de la enfermedad y pueden consistir en: ejercicio, educación, psicoterapias, terapia centrada en la persone, terapias sensoriales y psicoterapias, terapia conductual, terapia motora, musicoterapia, terapia de reminiscencias, terapias de orientación a la realidad, manejo del medio ambiente, salas de ambiente multisensorial controlado.
La Secretaría de Salud del estado de Querétaro, a través del Centro Estatal de Salud Mental (CESAM), cuenta con médico psiquiatra con alta especialidad en Psicogeriatría, para atender y tratar este tipo de patología.
En este Centro, el abordaje se lleva a cabo de manera multidisciplinaria e interdisciplinaria, donde se trabaja en equipo junto a los departamentos de psicología, enfermería y trabajo social. Además, se realizan cursos psicoeducativos donde se abordan a los familiares de los pacientes con está enfermedad, con la finalidad de capacitarlos en el manejo de esta condición.
En CESAM durante 2017 se registraron 12 casos nuevos de Alzheimer, y en el primer trimestre del año 2018 se registró un caso.
Actualmente no se puede evitar que la enfermedad de Alzheimer se desarrolle, pero una prometedora línea de investigación sugiere que las estrategias para un envejecimiento saludable general, pueden ayudar a mantener el cerebro más sano e incluso reducir el riesgo. Estas medidas incluyen seguir una dieta saludable, mantenerse activo socialmente, evitar el tabaco y el exceso de alcohol, y hacer ejercicio tanto para el cuerpo y la mente.
A los cuidadores de pacientes se les recomienda que se integren a grupos de apoyo, así como también, acudan a los cursos psicoeducativos para que puedan implementar lo aprendido con el familiar a través de actividades más sistematizadas, que bien, pueden aplicarse a través de una guía para aprender actividades de estimulación cognoscitiva, recomendaciones para realizar actividades de la vida diaria, adaptaciones en el hogar, recomendaciones para la comunicación, manejo de conductas difíciles y así como cuidados del propio cuidador.