Resultado del Plan de Acción que implementó la Comisión Estatal del Sistema Penitenciario (CESP) de Querétaro ante la contingencia sanitaria por la COVID-19, del mes de abril a la fecha se han realizado siete mil 374 videollamadas de Personas Privadas de la Libertad (PPL) con sus familiares, con lo que se ha cubierto al 100 por ciento de la población que ha solicitado el servicio.
El Comisionado Estatal del Sistema Penitenciario, Miguel Ángel Contreras Álvarez, recordó que este mecanismo se activó en este periodo como un acto de responsabilidad, ante la contingencia sanitaria y en garantía de los derechos humanos de las PPL, mediante la adquisición de equipo tecnológico y la configuración de 80 tabletas nuevas, para permitir a los internos el contacto virtual con el exterior y fundamentalmente con sus seres queridos.
De igual forma explicó que, por instrucción del gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, se invirtió en tecnología para la puesta en marcha de dicho plan en los cuatro Centros Penitenciarios la entidad, ubicados en San José el Ato (varonil –CP1- y femenil –CP2-), en San Juan del Río (CP3) y en Jalpan de Serra (CP4), así como en el Centro de Internamiento y Ejecución de Medidas para Adolescentes (CIEMA).
“De esta forma se ha garantizado que las personas privadas de la libertad cuenten con una herramienta que les permite estar en contacto con sus seres queridos en la presente contingencia sanitaria, pudiendo seguir puntualmente las recomendaciones del cuidado de la salud. Acciones como está han contribuido para que los Centros Penitenciarios del estado sigan distinguiéndose por su orden, pero sobre todo por el respeto a los derechos humanos”, indicó Contreras Álvarez.
En el mismo periodo de tiempo, en el CIEMA se han registrado 164 llamadas entre los adolescentes privados de su libertad y sus familiares, de las cuales, al menos seis videollamadas han sido al extranjero.
La implementación de las videollamadas en los Centros Penitenciarios, ha permitido que aquellas PPL que por diversos motivos no habían visto a su familia por un largo tiempo, puedan comunicarse con ella, situación que ha generado una aceptación positiva entre la población penitenciaria.
En el CIEMA se habilitan –en el mismo edificio- espacios que cumplen con las medidas preventivas sanitarias como el sano distanciamiento, para que los familiares de los adolescentes privados de la libertad puedan comunicarse si así lo requieren.
Además, se reforzó el stock de insumos médicos y se mantiene un monitoreo permanente de la población penitenciaria a través de las diferentes áreas, con la finalidad de detectar o descartar los signos y síntomas asociados con COVID-19 en las personas y adolescentes privados de la libertad, para salvaguardar su salud.
