Después de 3 años en el cargo, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se despidió ayer de sus compañeros con un discurso en el que apeló a relajar las tensiones ante una situación de “política quebrada”.
“Gastamos mucho más tiempo intentando condenarnos los unos a los otros que desarrollando nuestras propias convicciones”, afirmó Ryan, quien consideró que “demasiado a menudo desencuentros legítimos llevan rápidamente a desconfianzas intensas”.