El pasado 12 de diciembre, una pareja conformada por Cesar Genaro Ortega Delgadillo y Laura Alegria en compañía de sus tres hijos de 14 años , 2 años y 3 meses de edad, salieron de comer del restaurante las Brisas ubicado en Pedro Escobedo, al dirigirse a su auto que estaba estacionado en la calle de Javier Mina, fueron atacados por 3 perros que salieron de la casa ubicada en el número 13 con zaguán color azul y propiedad del Sr. Alonso Morales el cual durante el ataque jamás salió a calmar a sus perros, cabe resaltar que cuando pasaron de ida la puerta estaba cerrada y cuando pasaron de regreso para ir al auto las puertas estaban abiertas de par en par por eso los perros se salieron, el hijo mayor de 14 años metió al auto a su hermano de 2 años mientras la madre era atacada en las piernas por dos de los perros, el esposo que traía al bebé de tres meses salió del auto para ayudar a su esposa y fue atacado también.
Las heridas que ella sufrió fueron avulsivas en extremidades inferiores en tibia, peroné ,tercio medio y distal, las heridas de el fueron penetrantes en tibia, peroné y tercios distases por lo que fue necesario trasladarlos a la clínica del IMSS en Pedro Escobedo en la cual se requirió de sutura en ambas piernas.
Ahi mismo en la clínica comentaron, que tenían que hacer la denuncia ante la fiscalía porque no era la primera ves que los perros mordían, debido a la gravedad de las heridas, el horario y los niños decidieron acudir al otro día a la fiscalía de San Juan del Río en donde se les informó que no correspondía que lo tenían que hacer él la fiscalía de Pedro Escobedo porque ahí sucedieron los hechos, se hizo lo que correspondía siendo atendidos en la fiscalía por el fiscal Antonio Morales N, el cual dijo que como no se les había acusado en el momento no se podía levantar ninguna querella que fueran con el juez cívico, este quedó de informar, debido a su falta de información, acudieron a derechos humanos los cuales sólo enviaron un oficio al juez cívico.
Después de este peregrinar pues la pareja continúa con sus lesiones, impotentes tras las respuestas de las autoridades y por la falta de atención del dueño de los perros, que sin duda alguna debe pagar los daños y se debe de checar a los animales antes de que ataquen una vez más o peor aún maten a algún niño.