Cuando se habla de Querétaro, en el contexto nacional actual, el nombre del estado se asocia a la seguridad, sobre todo si se considera que se encuentra en colindancia con varios estados que presentan altas incidencias en delitos graves; Querétaro es, por ello, un referente para otras entidades federativas.
Ello no es obra de la casualidad; los avances de Querétaro en materia de seguridad tienen sólidos cimientos en una estrategia en la que los hombres y las mujeres que forman parte de sus corporaciones de seguridad son el centro.
Y es que Querétaro cuenta con la policía más profesional de todo el país.
No se trata sólo de su Policía Estatal, o los elementos que forman parte de la Fiscalía General del Estado de Querétaro (FGEQ); parte fundamental de la estrategia desarrollada desde hace cinco años implica la coordinación verdadera entre las corporaciones de todos los órdenes de gobierno; una coordinación que va más allá de realizar operativos conjuntos, pues en Querétaro se refleja en la planeación estratégica y en el acuerdo de objetivos comunes.
De esa forma en las 21 corporaciones de seguridad que hay en el estado, considerado las estatales y municipales, todos los elementos dotados del uso legal de la fuerza pública cuentan con el Certificado Único Policial (CUP), un hecho único en todo el país.
A pesar de ser una obligación para todas las corporaciones de las 32 entidades del país, así como para las corporaciones del orden federal, sólo en Querétaro se tiene un cumplimiento cabal, al 100%, desde finales de 2019, mientras que a nivel nacional el promedio de cumplimiento es de apenas el 66%.
Tener policías certificados marca una gran diferencia, pues para obtener esta distinción, es necesario que el elemento acredite cuatro pruebas: la Formación Inicial Única, el Control de Confianza, la Evaluación de siete Competencias Básicas y la Evaluación del Desempeño. El poseer su acreditación completa significa algo de suma importancia: contar con policías de excelencia.
Y más, Querétaro no se queda ahí. Para tener policías de excelencia no es suficiente que estén bien capacitados, evaluados y certificados; se necesita proteger el factor humano, especialmente vulnerable cuando se trata de labores de seguridad.
Para ello se ha creado un Modelo de Profesionalización y de Custodia, cuyo objetivo primordial es construir un proyecto de vida policial que comience desde el momento en el que el ciudadano o ciudadana interesados en formar parte de las filas de las policías queretanas realice su Formación Inicial y hasta el día en el que, tras 25 años de servicio, el o la policía obtenga el beneficio de la jubilación y pueda dedicar a su familia el tiempo y el espacio que por sus arduas labores no pudo disfrutar.
Desde el momento de la Formación Inicial Única, que en Querétaro es 44 por ciento mas larga que el estándar nacional, debido a la capacitación en aspectos únicos para la función policial en el estado, como la toma de denuncia por parte de policías primeros respondientes con tableta electrónica desde el lugar de los hechos y en menos de 50 minutos, los cadetes obtienen el beneficio de una beca que les permite atender sus obligaciones familiares mientras se hacen policías.
Una vez en las corporaciones, durante sus carreras son incentivados y estímulados económicamente por su buen desempeño policial y también por la capacitación continua, para fomentar que sigan estudiando, que se especialicen y crezcan como profesionales y como personas.
Durante la administración actual en el estado se creó un programa social de vivienda para policías estatales, custodios penitenciarios y policías de investigación del delito, con el que se apoyó con 100 mil pesos para invertir en sus casas a mil 342 elementos que cumplieron con una serie de requisitos, entre ellos su CUP vigente y no contar con investigaciones internas por su desempeño policial.
Con este programa, único en la historia de Querétaro, los beneficiarios completaron el enganche de una casa o un terreno, comenzaron la construcción o ampliaron sus domicilios actuales, adquirieron equipamiento para sus casas, y en general, dotaron a sus familias de lo necesario para tener una vida más digna.
Y por primera vez en la historia de Policía Estatal (PoEs), se llevó a cabo un concurso por oposición de grados al interior de la corporación, con el que se inició un escalafón policial basado en los méritos, en la experiencia y el desempeño de los elementos, y no en la relaciones y en los compadrazgos de cada administración.
En 2019 y 2020 se realizaron sendos concursos en los que 57 policías obtuvieron grados, desde Policía Tercero hasta Oficial, lo que implica que su posición dentro de la corporación está por encima de los vaivenes políticos y les permite asegurar una mejora en sus condiciones laborales.
Gracias a estos concursos, 13 corporaciones policiales en el estado replican ya el ejercicio y ofrecen a sus elementos la posibilidad de ganarse su lugar al interior de la institución a través de sus méritos.
Ahora tienen acceso a grados y posiciones de mando dentro de la corporación, y aquellos que llegan al término de su servicio, tras 25 años dedicados al servicio de Querétaro, hoy tienen la oportunidad de llevarse el grado a casa.
Ser policía queretano va mucho más allá que portar un arma. Implica una convicción especial respecto al papel que juegan en la sociedad, lo que se traduce en la noción de que vestir su uniforme y distinguir su pecho con la estrella de su corporación es un alto honor, pero ante todo una enorme responsabilidad.
Cuando se tienen hombres y mujeres con esos niveles de profesionalismo y compromiso para defender Querétaro, es posible entender por qué la entidad destaca en el ámbito nacional.