Tras el agravamiento en su estado de salud debido a su avanzada edad. El 28 de diciembre el papa Francisco reveló que Joseph Ratzinger, quien se convirtió en papa eméritotras su renuncia en 2013, estaba “muy enfermo”, por lo que había pedido a los fieles orar por él.
El Vaticano había confirmado que la salud del papa emérito, de quien se publicaron muy pocas fotografías en los últimos años, se había deteriorado y permanecía bajo supervisión médica