El presidente municipal de Tequisquiapan Héctor Magaña encabezó el encendido del altar monumental dedicado al trabajo artesanal del tejido del mimbre; con esto también da inicio al festival “Tejedores de Luz”, un encuentro para sentir, celebrar y recordar a los fieles difuntos.
En ese sentido el tejido del mimbre y la vara son la principal inspiración para el proyecto, hecho por artistas y artesanos, no solo por el uso del material como uno de los elementos esenciales de Tequisquiapan, sino también porque genera una experiencia interactiva con sus visitantes.
“Hoy este espacio se usa para reconocer a quienes son la esencia de nuestro pueblo, que son nuestras artesanas y artesanos (…) representan lo que somos, nuestro origen, nuestra identidad y también nuestro destino, Tequisquiapan además de ser un región de quesos y de vinos, es una región de artesanas y artesanos y lo debemos decir con mucho orgullo”, señaló Héctor Magaña, presidente Municipal.
El altar monumental no sólo es un punto de conexión festiva o una pieza visualmente imponente sino también un lugar de encuentro para el pueblo, para los habitantes del municipio así como de turistas, retomando tradiciones y exponenciando la riqueza cultural de la región a través de los productos y artesanías.
“A partir de ahora estos espacios se recuperan para el pueblo, nuevamente son para el disfrute de todos ustedes, de quienes nos visitan, pero particularmente de quienes radican en este municipio, estas plazas y estos eventos representan lo que somos (…) hoy de la mano de los tequisquiapenses iniciamos este camino tejiendo la luz pero también la prosperidad para todos”, puntualizó Héctor Magaña, presidente Municipal.
Tequisquiapan tiene un altar monumental interactivo
En un esfuerzo en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Humano y Social a cargo de María Mc Gregor, Tequisquiapan tiene un altar único en su tipo; armado por una diversidad de materiales entre los que se encuentra: la madera, el mimbre, las flores de cempasúchil, el maíz, la cartonería y la luz principalmente.
Al centro se encuentra una catrina artesana de mimbre, también dispone de mojigangas de tres metros hechas en cartonería, así como alimentos y bebidas procedentes de las diferentes comunidades de Tequisquiapan como lo es el Pan del Tejocote.
Ofrendar en el altar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida, es por eso que el altar monumental contempla una serie de arcos en los cuales las visitantes puedan dejar un deseo o recuerdo para sus muertos, a través de un liston que será colocado en cada una de los mismos. La Catrina y las mojigangas serán las encargadas de guiar al público por el altar e invitarlos a recordar a sus difuntos.
El altar monumental estará disponible del 30 de octubre al 4 de noviembre en el Jardín Principal de Tequisquiapan.