La Secretaría de Salud (SESA) del Estado de Querétaro se adhiere el 9 de agosto a la conmemoración del Día Nacional contra el Cáncer Cervicouterino, fecha proclamada por el Congreso de la Unión en diciembre de 2016, con la finalidad de fortificar la concientización de las mujeres de prevenir la aparición de esta enfermedad, así como detectarla de forma temprana para un tratamiento oportuno.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el cáncer cervicouterino como una enfermedad 100 por ciento prevenible y curable si se detecta a tiempo.
El cáncer de cuello uterino es el crecimiento, desarrollo y la multiplicación de manera desordenada y sin control de las células del cuello del útero (o matriz). Se asocia a la infección por el Virus de Papiloma Humano (VPH), el cual se transmite por contacto sexual y afecta a ocho de cada 10 personas (hombres y mujeres) en algún momento de la vida. Las mujeres que viven con el VPH tienen seis veces más probabilidades de desarrollar cáncer de cuello uterino en comparación con las mujeres sin ese virus.
Factores de Riesgo para el cáncer cervicouterino:
- Inicio de relaciones sexuales antes de los 18 años.
- Antecedentes de enfermedades de transmisión sexual.
- Infección cérvico vaginal por virus del papiloma humano.
- Múltiples parejas sexuales.
- Tabaquismo.
- Desnutrición.
- Deficiencia de antioxidantes.
- Pacientes con inmuno-deficiencias.
En etapas tempranas los síntomas más comunes son el sangrado irregular leve entre periodos en mujeres en edad reproductiva; sangrado posmenopáusico; sangrado después de las relaciones sexuales y aumento de flujo vaginal fétido; en tanto, a medida que avanza el cáncer pueden aparecer síntomas más graves que incluyen dolor persistente de espalda, piernas o pelvis, pérdida de peso, fatiga, pérdida de apetito, secreción fétida y molestias vaginales e hinchazón de una pierna o de ambas extremidades inferiores.
Para evitar el cáncer cervicouterino se recomienda: someterse de forma regular al proceso de detección oportuna; las mujeres de 25 a 34 años practicarse la citología convencional una vez al año y después de dos resultados negativos, cada tres años; en mujeres de 35 años y más practicarse el ADN del VPH. Una detección cada cinco años si el resultado es negativo y vacunación para el VPH para niñas de nueve años. Para más información acude al centro de salud.